En el
Neolítico los humanos domestican las plantas y los animales. Surgen así la
ganadería y la
agricultura. Los humanos pasan de ser
nómadas a ser sedentarios y las aldeas crecen. También se desarrollan nuevas técnicas y nuevas herramientas de piedra
pulida y surge la
cerámica para transportar líquidos y calentar los alimentos.
En la Edad de
los Metales, los especialistas dedicados a elaborarlos,
artesanos, ya no trabajaban en el campo pero
recibían alimentos a cambio de sus productos.
Surgen así otros oficios como
joyeros, herreros, comerciantes.
La producción de
nuevas mercancías estimuló su intercambio dando lugar al
comercio. La invención de la
rueda para transportar mercancías, la
navegación y el
arado para trabajar la tierra fueron cambios muy importantes en esta etapa, la Edad de los Metales.
Las aldeas crecen y se convierten en
ciudades con edificios y
murallas para defenderse. Pero también surgen
grupos sociales diferenciados con personas más ricas que otras y un
rey o
caudillo que defiende a los
campesinos, ganaderos, artesanos, comerciantes y a sus tierras y rebaños de los
saques o robos. En definitiva, surgen las
sociedades urbanas.